Dirección financiera externa para hacer crecer tu negocio

Contactar con un controller externo me parecía algo muy complicado y que no iba conmigo. Pero a medida que crecía me negocio me vi desbordado de trabajo. Gracias a CCPYME’S pude dedicarme plenamente a mi expansión empresarial con la tranquilidad de que mis cuentas estaban bien atendidas. Llevo 18 años siendo autónomo y jamás había estado tan satisfecho con la gestión de mis obligaciones financieras.

Decidí empezar por mi cuenta después de que la empresa en que trabajaba hiciera una reducción de jornada a sus trabajadores. Me costó dar el paso y más aún cuando empecé a descubrir todo lo que conllevaba ser autónomo. Con la ayuda de CCPYME’s recibí el asesoramiento necesario para iniciar mi actividad sin sorpresas. Sé perfectamente que tengo que pagar y cobrar cada mes, es un gran alivio poder hacer planes o pequeñas inversiones. Ahora que estoy empezando invertir en publicidad y finanzas es para mí, la clave del éxito.

Mi vida era un poco caótica antes de la contratación de los servicios de CCPYME’s. Tengo siempre muchos proyectos entre manos, hoy en día, la imagen de cualquier empresa es un valor añadido que se tiene que cuidar. Estaba tan centrado en mis clientes que pasaba por alto una de las partes más importantes de mi negocio, las finanzas. El equipo de asesores me abrió los ojos por completo, en tan solo 1 año, he podido aumentar mis beneficios, con pequeñas indicaciones y en especial por estar al cuidado de tesorería.

En 2007 terminé mi contrato como empleado de la construcción y decidí empezar con mi propio negocio de fontanería. No sabia absolutamente nada de nada sobre números. Con CCPYME’S tengo disponible a un controller financiero que se dedica a explicarme paso a paso las principales gestiones a realizar. Fue un gran acierto para evitar malentendidos con bancos y clientes.

Gracias a CCPYMES he conseguido hacer crecer mi negocio mejorando la rentabilidad de nuestros servicios y entendiendo cada gasto. Me ha ayudado a saber cómo invertir mejor las horas de trabajo, saliendo del bucle de "echar muchas horas pero sin ver apenas beneficio", cómo saber si un cliente es rentable o no, cuándo es mejor externalizar trabajo o hacerlo interno, etc. Hemos podido fijar objetivos realistas juntos, solucionar problemas de facturación y sobre todo estar preparados ante cualquier imprevisto. Se acabaron las sorpresas.