La forma jurídica se refiere a la estructura legal bajo la cual un individuo o un grupo de personas eligen operar su actividad económica. Esta elección influye en varios aspectos importantes, como las obligaciones tributarias y contables, la afiliación a la Seguridad Social y la responsabilidad frente a terceros.
Tipos de Formas Jurídicas
Existen dos categorías principales: individual y societaria. Dentro de estas, las formas jurídicas se pueden clasificar según su nivel de responsabilidad:
- Autónomo: Persona física que realiza una actividad económica de forma individual.
- Sociedad Limitada (SL): Tipo de sociedad en la que la responsabilidad está limitada al capital aportado.
- Sociedad Anónima (SA): Sociedad con responsabilidad limitada, pero con capacidad para cotizar en bolsa.
- Cooperativa: Asociación de personas unidas voluntariamente para satisfacer sus necesidades económicas, sociales y culturales comunes.
- Sociedad Civil: Forma jurídica compuesta por dos o más personas que comparten una actividad económica.
- Comunidad de Bienes: Asociación de personas que comparten la propiedad de un bien o derecho.
Las formas jurídicas de autónomo, sociedad civil y comunidad de bienes tienen responsabilidad ilimitada frente a terceros, mientras que en las otras, la responsabilidad se limita al capital aportado.
Criterios para la Elección de la Forma Jurídica
La elección depende de varios factores:
- Tipo de Actividad: Algunos sectores exigen formas jurídicas específicas.
- Número de Promotores: Para múltiples promotores, se recomienda una sociedad; para un solo promotor, autónomo o sociedad individual.
- Inversión Económica Inicial: La constitución de una sociedad puede requerir un capital mínimo, mientras que ser autónomo no implica aporte inicial.
- Responsabilidad frente a Terceros: Las formas individuales (Autónomos, sociedad civil y comunidad de bienes) implican responsabilidad ilimitada, a diferencia de las sociedades limitadas.
- Fiscalidad: Diferencias en la tributación entre el IRPF (autónomos, sociedades civiles, comunidades de bienes) y el Impuesto de Sociedades (resto de sociedades).
- Contabilidad: Los autónomos tienen requisitos contables más sencillos en comparación con las sociedades, que deben seguir el Plan General de Contabilidad.