Tal y como hemos visto en otros posts de nuestro blog, la liquidez es uno de los pilares fundamentales para el correcto funcionamiento económico y financiero de una empresa. Por este motivo, llevar un férreo control del cashflow y del ratio de liquidez de nuestro negocio es algo imperativo para no tener problemas financieros de esta índole a largo plazo.
No obstante, es bastante común que ocurran diversos imprevistos o grandes fluctuaciones financieras, que pueden llegar a afectar a la situación contable de nuestra empresa. Si, por ejemplo, nuestro negocio necesita aumentar su liquidez a corto plazo para hacer frente al pago de una multa imprevista, debemos ser conocedores de todas las herramientas financieras a nuestra disposición para aumentar nuestra liquidez sin comprometer la rentabilidad de la empresa.
Con esto en mente, vamos a hablar del confirming y el refactoring, su definición y sus ventajas para clientes y empresas.
¿Qué es el confirming?
El confirming es un instrumento de financiación ofrecido por los bancos o entidades financieras, que se centra en los pagos de empresas a sus proveedores.
Su funcionamiento es sencillo: La entidad financiera en cuestión ofrece la posibilidad a los proveedores de recibir el pago del importe que les debe la empresa de forma anticipada, a cambio de una comisión y un tipo de interés previamente fijados.
¿Cuáles son las ventajas del confirming?
En primer lugar, el confirming ofrece la posibilidad a las empresas de que sus proveedores cobren de forma anticipada sus deudas, permitiendo a los proveedores contar con una mayor liquidez en caso de ser necesario. Por otra parte, al haber una entidad financiera en el proceso, el proveedor se garantiza el cobro de la factura, eliminando el riesgo de impago de la ecuación. Debemos tener en cuenta que para que se dé esta situación, debe ser un acuerdo de confirming sin recurso, ya que para los acuerdos de confirming con recurso, el proveedor tendrá que hacer frente al pago en caso de que no lo haga el cliente.
¿Qué es el factoring?
El refactoring es un instrumento de financiación ofrecido por bancos y entidades financieras, que se centra en la gestión de los pagos pendientes de clientes por parte de dichas entidades. Las empresas ceden la gestión del cobro de las mismas, para que el banco se encargue de ello. Este servicio se suele realizar a cambio de una comisión o de un porcentaje de la deuda.
¿Cuáles son las ventajas del factoring?
La empresa logra una inyección de liquidez inmediata, ya que transforma sus cuentas del grupo 4 al grupo 5, aumentando su tesorería en el momento. Por otra parte, la empresa se garantiza el cobro de estas deudas con sus clientes, gracias a la presencia de esta entidad financiera intermediaria. Debemos tener en cuenta que para que se dé esta situación, debe ser un acuerdo de factoring sin recurso, ya que para los acuerdos de factoring con recurso, la empresa tendrá que hacer frente al pago en caso de que no lo hagan sus clientes. Para finalizar, se reducen las gestiones administrativas adheridas al cobro de facturas y los posibles impagos, ya que el banco se encarga de su gestión.