En un mundo cada vez más globalizado, es común que las empresas realicen operaciones en monedas distintas a su divisa local. Si tu empresa está en la zona euro, es probable que en algún momento tengas que hacer o recibir pagos en dólares, libras o cualquier otra moneda extranjera. En estas situaciones, es crucial estar atento a las comisiones que tu banco puede aplicarte, ya que pueden suponer un coste significativo. En este artículo, te daré algunos consejos prácticos para minimizar estas comisiones y ahorrar dinero en tus operaciones con divisas.
Transferencias en divisa: llama antes de hacerlas
Imagina que tienes que hacer un pago en dólares. Si tienes una cuenta en dólares, perfecto, no hay problema. Pero si no es así, y simplemente entras en tu banca online y haces la transferencia en divisa, tu banco te aplicará un tipo de cambio que lleva incluida una comisión. Y esa comisión puede ser, cuanto menos, curiosa.
La solución es sencilla: antes de hacer la transferencia, llama a tu banco y di «Hola, quiero precio a mercado de X dólares, que tengo que hacer una transferencia». Verás cómo el coste de la transferencia se reduce considerablemente. Los bancos suelen ofrecer tipos de cambio más favorables cuando se les pide expresamente.
Pagos con tarjeta en divisa: atención a las comisiones ocultas
Otro caso común son los pagos domiciliados en tarjeta que están en una moneda distinta al euro. Aquí las comisiones también están presentes, pero pasan más desapercibidas porque los importes suelen ser más pequeños.
Para evitar estas comisiones, una opción es buscar bancos online que ofrezcan tarjetas sin comisiones por cambio de divisa. Muchos de estos bancos han surgido en los últimos años y pueden suponer un ahorro significativo si realizas frecuentemente pagos en moneda extranjera.
Cobros en divisa: ten una cuenta específica
Si tu empresa recibe cobros en una divisa distinta al euro, la recomendación es clara: ten una cuenta en esa divisa para esos cobros. De esta forma, evitarás las comisiones de cambio de divisa que tu banco te aplicaría si los recibieras en tu cuenta en euros.
Además, tener una cuenta en la divisa en la que operas frecuentemente te da más flexibilidad. Puedes acumular saldo en esa moneda y utilizarlo cuando necesites hacer pagos, sin tener que cambiar divisa cada vez.
Las comisiones por cambio de divisa pueden parecer un detalle menor, pero a lo largo del tiempo y con operaciones de cierto volumen, pueden suponer un coste significativo para tu empresa. Con unos sencillos consejos, como llamar a tu banco antes de hacer transferencias, buscar tarjetas sin comisiones y tener cuentas en las divisas con las que operas, puedes reducir considerablemente estos costes.
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