El margen de beneficios de un producto o servicio es la cantidad que permite ganar una vez que se ha vendido al cliente final. No cabe la menor duda de que cuanto mayor es el margen, más grandes son los beneficios y más flexibilidad para lanzar promociones u ofertas atractivas tendremos.
La ignorancia de muchos negocios que desconocen el margen de venta de cada producto es un grave lastre. Bien es cierto que hay artículos de alta rotación o que se venden muy rápido, por lo que hay que generar una estrategia para evitar posibles justificaciones que impidan calcular el precio de un producto con un criterio acertado.
Calcular el margen de beneficio en el negocio
El margen de beneficio que debe tener un negocio es un tema que genera muchas dudas. Hacer un cálculo correcto depende de ciertos factores, entre ellos contar con la adecuada formación en esta materia: no es lo mismo calcular el margen de beneficio bruto que el neto. La confusión llevaría a errores porque, en el primer caso, no se incluyen los impuestos.
Conocer este detalle es importante porque necesitamos saber cuánto ganamos realmente en cada una de las ventas realizadas. Hay que contar con un precio de venta ya establecido o que se desee fijar a partir del margen de beneficio. Por lo tanto, ajustar correctamente este parámetro para el crecimiento en ventas requiere un conocimiento profundo de tu empresa, el mercado y la competencia.
Para calcular los diferentes márgenes hay que hacer la siguiente operación: precio menos coste por el mismo precio. La cifra resultante se multiplica por 100 para obtener el porcentaje del beneficio, es decir, que MB=(P-C)/P*100.
También podemos necesitar conocer el precio ideal de nuestro producto, a partir del coste y del margen de beneficio. En ese caso, solo tenemos despejar el precio de la fórmula, resultando esta en que P=C/(1-(MB/100)).
Las ventajas de conocer el margen de beneficio
Al conocer lo que ganamos con las ventas y los márgenes reales podremos guiar mucho mejor nuestro negocio. Hay que estudiar la idoneidad de la política de los precios, las promociones o las ofertas para analizar la estructura de costes de la empresa y saber cuál es el margen comercial real.
Para las empresas es más fácil mejorar los resultados económicos si se preocupan por incrementar el porcentaje de beneficio. En muchos casos, la dirección comercial solo se centra en el incremento de las ventas y deja el control del margen a otros departamentos como el de compra. Realmente, en las políticas comerciales donde se establecen promociones o descuentos hay mayor preocupación por vender más que por ganar.
Cuanto más alto sea el margen, más posibilidades hay de sacar mayores beneficios en temporadas bajas de ventas, en caso de que surja un nuevo competidor que quiera quitarnos clientes o queramos lanzar ofertas atractivas para generar más ventas.
En definitiva, el margen de beneficios es un aspecto clave en cualquier negocio, porque brinda una información muy útil para calcular el precio de venta y obtener unos resultados acordes a unos objetivos reales.