El mundo fiscal y contable no es para nada sencillo, y en ocasiones, son múltiples las opciones de las que disponemos para emitir una factura fruto de un acuerdo de compra o venta.
En el caso de ser autónomos, o responsables tanto de pequeñas, como medianas o grandes empresas, es nuestra responsabilidad ser conocedores (y conocedoras) de todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición, en especial si estas tienen como objetivo reducir costes fiscales para nuestro negocio.
En este post vamos a hablar sobre un tipo de factura especial que tenemos a nuestra disposición, la factura REBU, resolviendo todo tipo de dudas que puedan surgir a su alrededor.
¿Qué es una factura REBU?
Una factura REBU es un tipo especial de factura, cuyas siglas significan: “Régimen Especial de Bienes Usados”. Como su nombre indica, es un tipo de factura que podemos emitir como autónomo o empresa al comprar bienes que cumplan con esos requisitos.
Suelen ser muy utilizadas en comercios o negocios cuya actividad económica está basada en la compra o venta de bienes de segunda mano, ya sean coches, arte, componentes o equipos electrónicos…
¿Cuál es el objetivo de la factura REBU? ¿Por qué se utilizan?
Las facturas REBU tienen como objetivo principal evitar la doble imposición del IVA (o la sobreimposición) en la compra de productos en los que este impuesto ya fue aplicado.
Es por este motivo, por el que es una factura muy utilizada en aquellos comercios especializados en la compra o venta de bienes de segunda mano, que, como ya habréis podido imaginar, ya satisficieron dicho impuesto con anterioridad.
Esto permite a la empresa reducir la carga fiscal en dichas compras, ya que este régimen especial evita que se tenga que volver a abonar el Impuesto de valor añadido por la adquisición de dichos productos.
¿Cuándo puedo emitir una factura REBU?
Las facturas REBU pueden ser emitidas por autónomos o empresas (personas físicas o jurídicas indistintamente) para acuerdos de compraventa en los siguientes casos y cumpliento los seguientes requisitos:
- En la compra de un bien que haya sido adquirido con anterioridad en una operación de compra donde su IVA se haya pagado de manera correcta.
- Para compras de bienes a autónomos o empresarios que hayan adquirido dichos bienes exentos de IVA.
- Para adquisiciones o compras de bienes que ya hayan sido adquiridos utilizando una factura REBU.
¿Qué pasa si se utiliza una factura REBU para una venta?
Si bien las ventajas fiscales de utilizar una factura REBU para los compradores son claras, ya que estos se evitan volver a pagar el impuesto de valor añadido, los vendedores no deben olvidar que el beneficio obtenido por dicha operación, sí que debe llevar su correspondiente IVA.
Es decir, la factura REBU nos permite como vendedores utilizar como base imponible el margen de beneficio obtenido en la operación de compraventa de un bien de segunda mano en lugar del coste total de la operación.
De esta manera, si un local de venta de PCs gaming de segunda mano, vende un equipo por un valor total de 1.500€, dejándole un beneficio de 200€, esa cantidad de beneficio será la base imponible, calculando el IVA a partir de dicha cantidad.