Toda empresa o negocio que opere dentro del territorio español, o dentro de cualquier tipo de mercado, está sujeto a una serie de normas, situaciones y factores que pueden poner en peligro su existencia e integridad como organización.
Desde el propio contexto socio-económico donde opera, como su marco legal o la misma competencia dentro del sector, las empresas tienen que lidiar con una serie de riesgos, o dicho de otro modo, con la probabilidad de que se produzca una situación que ponga en peligro la continuidad de sus operaciones en el mercado.
Puesto que una situación de riesgo 0 es una utopía, las empresas pueden y deben prepararse lo mejor posible para evitar y hacer frente a esos riesgos en caso de que ocurran, buscando siempre gestionar de la mejor manera posible el daño que estos puedan causar.
En este post vamos a hablar sobre los diferentes tipos de riesgos que afectan a las empresas, para poder conocerlos mejor y poder estar mejor preparados.
¿Qué características tienen los riesgos de empresa?
Los riesgos empresariales son, como hemos comentado con anterioridad, todas aquellas situaciones de incertidumbre que ocurren fruto de la realización de una actividad empresarial dentro de un mercado.
Para que un riesgo sea considerado de empresa o de negocio, es necesario que este pueda tener un efecto negativo sobre la actividad de la misma, debe impedir que la empresa logre sus objetivos y, por supuesto, debe estar relacionado con la misma, si no, no estaríamos hablando de un riesgo empresarial.
¿Cuáles son los principales riesgos empresariales a los que deben hacer frente las empresas?
Los riesgos de las empresas pueden clasificarse de varias formas, tomando como referencia si son riesgos que dependen de factores internos o externos de la empresa, o tomando como referencia las características y origen de los mismos.
Factores de riesgo internos de la empresa:
Todos aquellos producidos por elementos internos de la empresa. Son riesgos que pueden originarse por una mala toma de decisiones interna, una fijación incorrecta de precios, ausencia de rentabilidad por procesos internos no optimizados, riesgos ocasionados por una ausencia de salud laboral acorde a las necesidades y características del trabajo… En definitiva, aquellos ocasionados por elementos internos y pertenecientes a la empresa.
Factores de riesgo externos de la empresa:
Todos aquellos originados en elementos externos a la empresa, pero que siguen teniendo efecto sobre la misma. Estamos hablando de la situación política del país donde opera la empresa, de un cambio de gobierno o en la legislación del país, de la aparición de un nuevo competidor dentro del mercado o el desarrollo de una nueva tecnología que deja obsoletos los procesos de la empresa. Del mismo modo, aquí se recogen riesgos como las guerras o las catástrofes naturales.
Factores de riesgo empresarial en base a las características del mismo:
En este caso, clasificamos los factores en base a las características y propiedades de dichos riesgos, independientemente que vengan de factores externos o internos de la empresa.
Riesgo estratégico:
Riesgo al que se enfrentan las empresas por no contar con el factor humano de calidad suficiente para poder cumplir sus objetivos en tiempo y forma en la medida de lo esperado.
Errores humanos, ausencia de conocimiento, aplicación incorrecta de una estrategia empresarial adecuada o la una ausencia de una política de RRHH eficiente dentro de la empresa son algunos de los causantes de este tipo de riesgo.
Riesgos extraordinarios:
Aquellos riesgos fruto del puro azar, prácticamente imposibles de prever. Suelen ser ocasionados por desastres naturales o por causas humanas como las guerras.
Riesgos financieros:
Aquellos ocasionados por una financiación inadecuada de la empresa, o por cambios dentro del propio sistema financiero.
Contar con un director financiero externo suele ser una gran ayuda para prever cambios en el sistema, y tener una empresa preparada para hacer frente a este tipo de riesgos que pueden surgir.
Riesgos de imagen de marca o de mercado:
Ocasionados por cambios en la reputación en la empresa, ya sea por factores éticos o de imagen empresarial, que pueden acabar afectando a la actividad económica de la misma. Por otro lado, aquí se recogen los cambios que se ocasionan dentro del propio mercado, como la entrada de nuevos competidores o cambios de precios en materias primas, por ejemplo.
Riesgos legales y políticos:
Todos aquellos riesgos relacionados con la política y la legislación del país donde opera nuestra empresa. Un cambio de gobierno, cambio en materia legal contable o un conflicto político entrañan riesgos que pueden afectar negativamente a nuestra empresa.
Riesgos inherentes a la inversión o proyectos:
Aquellos riesgos que están estrechamente relacionados con la actividad económica de la empresa, sus inversiones y sus proyectos.
Si quieres asegurarte de que tu negocio está preparado para hacer frente a los riesgos empresariales que pueden tener un impacto negativo sobre el mismo, no dudes en ponerte en contacto con CCPYME’s.
Nuestros expertos estarán encantados de ayudarte, en especial con aquellos riesgos financieros, contables, estratégicos y operacionales que pueden tener un efecto no deseado en la rentabilidad y viabilidad de tu empresa.