El concepto de autónomo societario se refiere a aquellos emprendedores que eligen constituir una sociedad mercantil para desarrollar su actividad económica. Al convertirse en socios y asumir roles de dirección o gestión en dicha sociedad, estos empresarios deben darse de alta en el régimen especial de trabajadores autónomos (RETA) de la Seguridad Social, asumiendo la categoría de autónomos societarios. Esta figura permite separar el patrimonio personal del patrimonio empresarial, ofreciendo una capa de protección ante posibles deudas o responsabilidades derivadas de la actividad empresarial.
Requisitos para ser autónomo societario
Para calificar como autónomo societario, se deben cumplir ciertas condiciones relacionadas con la participación en el capital social de la empresa y el desempeño de funciones directivas o de gestión:
- Participación en el capital: Debe tenerse al menos el 25% de las participaciones si se realizan labores de dirección o gestión, o al menos el 33% del capital para trabajar en la empresa sin funciones directivas.
- Convivencia con socios: También se aplica a quienes, sin tener participación directa, conviven con un socio que posea al menos el 50% del capital social.
Cuota de autónomo societario
La cuota que deben pagar los autónomos societarios a la Seguridad Social es generalmente superior a la de los autónomos no societarios. Esta cuota se determina anualmente en los Presupuestos Generales del Estado y no está vinculada al Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Para el año 2019, la base mínima de cotización se estableció en 1.214,08 euros/mes, lo que resulta en una cuota mensual de 364,22 euros.
¿Tarifa plana para autónomos societarios?
Originalmente, la tarifa plana de 50 euros introducida por la Ley de Emprendedores no se aplicaba a los autónomos societarios. Sin embargo, diversas sentencias judiciales han reconocido el derecho de estos autónomos a beneficiarse de dichas bonificaciones. Aunque la jurisprudencia es variada y depende de cada caso particular, estas sentencias abren la posibilidad de que los autónomos societarios accedan a incentivos similares a los de los autónomos no societarios.
Consideraciones adicionales
- Forma de cobro: Los autónomos societarios pueden optar por cobrar mediante nómina, asumiendo una relación laboral con la sociedad, o facturar por sus servicios, dependiendo de las circunstancias y cumpliendo con los requisitos fiscales y laborales correspondientes.
- Responsabilidad: A pesar de que la responsabilidad se limita al capital aportado en la sociedad, los autónomos societarios deben mantener una gestión diligente para evitar posibles responsabilidades derivadas de su actuación en la dirección de la empresa.
La figura del autónomo societario ofrece una alternativa para aquellos emprendedores que buscan combinar las ventajas de la autonomía con la estructura y protección que ofrece una sociedad mercantil. Es esencial consultar con un asesor para entender todas las implicaciones legales, fiscales y de seguridad social antes de optar por esta modalidad.