El IVA devengado es un concepto clave para autónomos y pequeñas empresas. A continuación, se explica qué es, cómo te afecta y cuándo debes declararlo.
¿Qué es el IVA devengado?
El IVA devengado es el impuesto que se añade al precio de un producto o servicio y que el consumidor final paga. Este IVA es recaudado por el profesional o la empresa que emite la factura y, posteriormente, debe ser declarado y pagado a Hacienda. Este concepto es esencialmente igual al IVA repercutido, términos que se usan indistintamente.
¿Cómo te afecta el IVA devengado?
Cuando eres autónomo o gestionas una pequeña empresa, actúas como recaudador del IVA por cuenta del Estado. Cada vez que facturas a un cliente, debes incluir el IVA correspondiente según el tipo aplicable (generalmente 21%, pero también hay tipos reducidos del 10% y superreducidos del 4%). Este IVA no es un ingreso para ti, sino una cantidad que debes entregar a Hacienda trimestralmente.
¿Cuándo declarar el IVA devengado?
La declaración del IVA devengado se realiza trimestralmente a través del modelo 303. Los plazos de presentación son los siguientes:
- Primer trimestre: del 1 al 20 de abril.
- Segundo trimestre: del 1 al 20 de julio.
- Tercer trimestre: del 1 al 20 de octubre.
- Cuarto trimestre: del 1 al 20 de enero del año siguiente.
Algunos profesionales y empresas optan por una declaración mensual, presentando el modelo 303 entre el 1 y el 20 de cada mes.
Diferencia entre IVA devengado e IVA deducible
El IVA deducible es el impuesto que pagas en tus propias compras relacionadas con tu actividad profesional. Este IVA puede ser restado del IVA devengado al hacer la liquidación trimestral, lo que se refleja en el modelo 303. En resumen:
- IVA deducible: el IVA que pagas en tus compras.
- IVA devengado: el IVA que cobras a tus clientes.
Ejemplo práctico
Un pintor cobra 2.000 euros por sus servicios. Con el IVA del 21%, la factura total será de 2.420 euros. Los 420 euros de IVA devengado no son ingresos para el pintor, sino que deberá entregarlos a Hacienda al presentar su declaración trimestral. Si, además, compró equipamiento por 500 euros con un IVA del 21% (105 euros), esos 105 euros serán IVA deducible. Al presentar el modelo 303, restará el IVA deducible del IVA devengado y pagará la diferencia.
Principio de devengo
Este principio contable establece que las operaciones deben registrarse en la fecha en que ocurren, no cuando se realiza el pago o el cobro. Por ejemplo, si emites una factura en septiembre pero no la cobras hasta noviembre, debes declarar el IVA en el trimestre de la emisión (octubre).
Operaciones especiales
Las operaciones intracomunitarias y con países no miembros de la UE tienen tratamientos específicos:
- Venta intracomunitaria: exenta de IVA, el cliente debe liquidarlo en su país.
- Compra intracomunitaria: sujeta a IVA, la empresa adquirente autoliquida el IVA devengado y deducible simultáneamente.
- Exportación: exenta de IVA.
- Importación: se paga el IVA en la aduana al llegar la mercancía.
El IVA devengado es el impuesto que cobras a tus clientes y que debes declarar y pagar a Hacienda trimestralmente. Se diferencia del IVA deducible, que es el impuesto que pagas en tus compras profesionales. El principio de devengo y las normas especiales para operaciones intracomunitarias y exteriores son aspectos importantes que debes considerar en la gestión de tu negocio.
