Siempre se ha pensado que contar con una dirección financiera externa era cosa de las grandes corporaciones. Sin embargo, en la actualidad, todo tipo de empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, apuestan por compañías de outsourcing en las que delegar diferentes tareas. Pero ¿qué ventajas aportan? Te las contamos a continuación.

Dirección financiera externalizada: el mejor análisis económico y financiero

 

Una dirección de finanzas externa posee profesionales especializados en la realización de análisis, optimización de costesgestión de riesgos… Esclave que se externalicen estas tareas y que los trabajadores de la compañía se centren en su actividad (que es lo verdaderamente importante) para el impulso del negocio. ¿No te gustaría poder dejar el tema de las finanzas a alguien que sepa de ello para poder dedicarte enteramente a tu negocio y sacarle el máximo rendimiento?

1. Análisis adecuados a cada tipo de empresa

La primera y principal ventaja es que se contará con personal que es capaz de llevar a cabo un exhaustivo y detallado análisis económico y financiero de la situación de la empresa. Para ello, deberán tener todos los datos del negocio, como la evolución de las cuentas, para poder extraer comparativas, patrones y previsiones. Estos pueden ser balances de caja o resultados, análisis de la financiación recibida o estudios del capital circulante, de las compras o del stock. Gracias a esos datos, dicho personal es capaz de darte un informe sobre cómo está tu negocio de forma clara y concisa.

2. Anticiparse a posibles problemas financieros

Una dirección externa te ayudará a detectar posibles problemas financieros de tu negocio, como la falta de liquidez, el aumento de costes o impuestos inesperados. Mediante un control exhaustivo y continuo de la contabilidad de la empresa, un director financiero podrá preveer esos problemas y ayudarte a estar preparado ante cualquier imprevisto. Ante cierto tipo de situaciones, no hay nada como anticiparse y estar preparado para todo.

3. Estrategia financiera

Toda compañía ha de adoptar una estrategia definida. Siempre, eso sí, con metas alcanzables y que sean acordes a la organización. Será importante no solo para cumplir la salud financiera, sino también para pagar las deudas a las entidades de crédito o proveedores y mejorar el flujo de caja. A veces puede ser complicado definir unos objetivos concretos y razonables. También para eso está la dirección financiera externa. ¡Es de gran ayuda!

4. Optimización de costes y recursos

Sin lugar a dudas, este aspecto debe ser una prioridad en la corporación. Una dirección externa te podrá ayudar a conseguir tus objetivos de gastos en distintas áreas. No es cuestión baladí, puesto que una optimización de los recursos hará que poseas el capital necesario para el día a día de tu negocio, que evites gastos innecesarios y, por supuesto, que tus beneficios sean notables.

5. Gestión de riesgos financieros de una empresa

Si quieres estar preparado para afrontar crisis o cambios en el negocio, recuerda que la externalización de la dirección financiera podrá intuir cualquier modificación y proteger a la compañía, también cuando realices inversiones. En este sentido, la gestión de riesgos financieros de una empresa es fundamental.

Estas son las claves que debes tener en cuenta al contratar los servicios de una dirección financiera externa. Sus beneficios son importantes y te hemos mostrado algunos en esta entrada, aunque hay muchos más. Por ejemplo, un trato cercano, sin tapujos y a medida de tus necesidades que, cuando se trata de tu negocio, es precisamente lo que se busca. Si te quedan dudas al respecto, no dudes en consultarnos.

¿Sabes si la gestión de tu empresa es óptima?

Realiza nuestro test para saber si sacas el máximo partido a tu empresa.

Sea cual sea tu negocio nuestro objetivo es ayudarte.