Las cuentas anuales son aquellos documentos contables que con una periodicidad anual recogen y reflejan la realidad financiera y contable de las empresas.
Si bien casi todos los empresarios y dueños de negocio que operan en el territorio español saben de la obligación de su creación y depósito en el registro mercantil, no todos saben cuales son los riesgos y las consecuencias de retrasarse en su depósito, o peor aún, no cumplir con dicha obligación.
En este post vamos a ahondar en los riesgos que atesora la no presentación de las cuentas en plazo, así como los problemas que esto puede acarrear.
¿Qué son las cuentas anuales?
Las cuentas anuales son los documentos contables que recogen y reflejan toda la información contable y financiera de una empresa. Estas se realizan con carácter anual, y deben ser presentadas en el registro mercantil dentro del plazo estipulado.
Las cuentas anuales deben recoger los siguientes documentos financieros y contables:
- La memoria contable.
- Los estados de flujos de efectivo.
- Los cambios en el PN (patrimonio neto).
- PyG o cuenta de pérdidas y ganancias.
- El balance de situación contable de la empresa.
¿Cuál es el plazo para presentar las cuentas anuales?
Por norma general, las cuentas anuales cuentan con un periodo de 3 meses desde el día del cierre del ejercicio contable de la empresa para crearse. De esta manera, las empresas y negocios cuentan con un plazo de 3 meses (hasta el 31 de marzo si el cierre ocurre el 31 de diciembre, coincidiendo con el año natural) para elaborarlas.
Una vez las cuentas han sido creadas, las empresas cuentan con 6 meses desde el cierre del ejercicio para aprobar las cuentas, contando posteriormente con el plazo de 1 mes para que estas sean depositadas en el registro mercantil.
De esta manera, las empresas cuyo cierre del ejercicio contable coincide con el año natural, cuentan con un plazo hasta el 31 de julio para su depósito.
¿Qué riesgos tiene no presentar las cuentas anuales en plazo?
Una vez vista la información necesaria y los plazos, vamos a profundizar en 5 de los riesgos más importantes que conlleva para los negocios y empresas el no presentar las cuentas anuales en el plazo establecido por la ley.
- La empresa puede recibir multas por no cumplir con sus obligaciones
Como podrías imaginar, el no depositar las cuentas anuales en plazo en el registro mercantil conlleva una multa o sanción para la empresa, que oscila entre los 1.200€ y los 60.000€, pudiendo llegar a las cinco cifras (300.000€) para los casos más flagrantes.
- Cierre temporal y provisional de la hoja en el registro mercantil
De esta manera, la empresa no podrá registrar, depositar ni inscribir ningún documento en el registro mercantil, siendo la única excepción aquellos elaborados fruto de la disolución de la sociedad (y su cierre), dimisión de altos cargos y/o administradores.
- Menor confianza a la hora de recibir financiación y crédito
Y es que los potenciales inversores clasifican las empresas haciendo uso de “ratings”, donde se analiza la transparencia y cumplimiento de las obligaciones de la misma.
Si estos inversores no pueden analizar la situación contable y financiera de tu empresa debido a una ausencia de las cuentas anuales, la confianza en tu empresa, y por tanto su rating, van a verse afectados de manera muy negativa, teniendo una nota crediticia o calificación de crédito muy baja.
- Posibles problemas con proveedores, clientes y otras partes relacionadas con la empresa
De manera similar a la pérdida de confianza explicada anteriormente ante los inversores, el resto de partes vinculadas a tu empresa pueden perder la confianza en la viabilidad de la misma, en especial las entidad de crédito, o los clientes, tanto actuales como potenciales.
Es normal que clientes y proveedores no quieran trabajar con empresas de las que no tienen información financiera y contable actualizada y fiable, siendo un motivo más de la importancia de depositar las cuentas en plazo.
- Reclamaciones legales contra los administradores de la empresa
Ya que tanto los socios no administradores, la propia empresa o terceros pueden tomar acciones legales contra los administradores con la obligación de elaborar y depositar las cuentas anuales, en especial si se puede demostrar que estos no han actuado con buen hacer y la diligencia esperada de un empresario responsable.
