Una de las prácticas financieras más comunes que realizan las empresas y negocios en España con el objetivo de aumentar su rentabilidad es la del apalancamiento, tanto financiero como operativo.
Dentro del ámbito empresarial, hablamos de apalancamiento cuando buscamos aumentar la rentabilidad de nuestra empresa por encima del límite de lo que podemos obtener haciendo uno de nuestro propio capital y/o fuentes de financiación propia. Dicho de otro modo, de nuestro patrimonio neto.
El objetivo de este post, es que entiendas cómo funcionan estos dos tipos de apalancamientos, cuando son útiles, para qué sirven y cómo puedes implementarlos de forma correcta en tu negocio.
¿Qué es el apalancamiento financiero?
El apalancamiento financiero es la técnica o estrategia que nos permite aumentar la rentabilidad de nuestra empresa, logrando financiar nuestra actividad económica con unos fondos que van más allá que los propios del negocio.
En el caso del apalancamiento financiero, logramos aumentar la rentabilidad de la empresa gracias a la financiación externa, que suele venir por parte de bancos o entidades de crédito. Es decir, acudimos a capitales externos de terceros que nos ayudan a aumentar la producción por encima de lo que naturalmente podría nuestro negocio, lo que conlleva un aumento de la rentabilidad de la misma.
No obstante, debemos analizar cuidadosamente la situación de la empresa antes de realizar este tipo de acción, ya que solo será útil si la rentabilidad lograda por cada euro extra de financiación que conseguimos es superior al coste financiero que este conlleva.
¿Qué es el apalancamiento operativo?
El apalancamiento operativo es la técnica o estrategia que permite aumentar la rentabilidad obtenida por cada venta realizada gracias a un mejor aprovechamiento de los costes fijos.
La gran mayoría de empresas, sobre todo aquellas dedicadas a la producción de bienes, tienen que incurrir en una serie de costes fijos, que no pueden reducir, ya que son necesarios e intrínsecos para el correcto funcionamiento de su actividad económica.
De este modo, los costes fijos para producir 10 o 1.000 unidades, van a ser los mismos, ya que lo único que aumenta o disminuye son los costes variables. Con el apalancamiento operativo, buscamos encontrar el punto en el que toda nueva venta
realizada por parte de la empresa contribuya a un menor coste fijo unitario, y por lo tanto, una mayor rentabilidad. Esta situación ayuda a los negocios a tener un mejor margen de beneficio.
¿Cómo puedo lograr apalancar correctamente mi empresa?
La clave principal para lograr un punto de equilibrio correcto en el apalancamiento de tu empresa, reside en medir y controlar correctamente el riesgo vs rendimiento que dicho apalancamiento genera al funcionamiento y rendimiento de la misma.
Por norma general, un mayor apalancamiento suele ser sinónimo de un mayor riesgo pero, una mayor rentabilidad si lo hemos calculado correctamente. Por contra, un menor apalancamiento suele tener menor riesgo, pero claro, estamos perdiendo la oportunidad de aumentar nuestra rentabilidad. Estamos perdiendo dinero por no optimizar el apalancamiento de nuestra empresa.
Si quieres evitar esta situación y hacer que tu negocio sea lo más rentable posible, te recomendamos que cuentes con los servicios de un director financiero externo, o de un experto contable que pueda ayudarte a exprimir al máximo la rentabilidad de tu negocio.